PREPARACIÓN DE MERMELADAS
Acondicionar la fruta. Limpiarla, quitarle huesos, palitos y pelar. Pesar, pues la fruta acondicionada será nuestra medida de referencia para calcular la cantidad de otros ingredientes.
Primera cocción. Dar una primera cocción hasta que la fruta haya empezado a deshacerse.
Mezclar de la fruta con el azúcar (y ácido). Añadir el azúcar (como norma general, algo menos que el peso de la fruta acondicionada).
Si la mermelada no se va a consumir de inmediato y se tiene pensado embotarla, es recomendable añadir cuatro cucharadas soperas de zumo de limón por cada litro de mermelada.
Cocción definitiva. Cocer todos los ingredientes removiendo hasta obtener la textura deseada.
Envasado. Introducir la mermelada en botes previamente esterilizados mediante cocción o lavado en el friegaplatos a altas temperaturas.
Rellenar hasta justo antes de la rosca del bote. Tapar bien fuerte.
Pasteurización. Hervir los botes boca arriba, bien cubiertos de agua al menos durante media hora. Es recomendable colocar una rejilla o paño en el fondo de la olla para evitar que los botes se partan al moverse durante la cocción.
Enfriamiento. Enfriar en la cacerola donde se hayan hervido, dejando que caiga sobre el agua un ligero chorro de agua fría.
Almacenamiento. Guardar etiquetando (producto y fecha de elaboración) en un lugar seco, fresco y sin luz.
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