Comenzamos este reportaje a las 8 de la mañana en la puerta de una nave industrial de Fuenlabrada. Paloma, Ana, Puri y Encarna, 4 mujeres de Cometeltarro, cooperativa especializada en conservas artesanales de verduras locales, vienen a por una furgoneta de alquiler para recoger todos los productos que van a vender en el puesto de Cómete Fuenlabrada dentro de unas horas. Cajas de verduras que reciben directamente de hortelanos del Parque Agrario, recién recolectadas a tan solo unos metros de la última línea de viviendas de esta ciudad del sur de Madrid que amanece con algo de niebla.
Hablamos con Ana Isabel López, quien nos va a hacer de guía toda la mañana. Comienza contándonos cómo se formó esta cooperativa, “Hace un año comenzamos un curso de desempleadas aquí en Fuenlabrada en el CIFE (Centro de Formación e Iniciativas de Empleo) que impartía Heliconia.s.coop.mad. El curso era para montar una cooperativa de mujeres que transformáramos vegetales en conservas.”
El modelo de cooperativa
Ana comenta que no tienen jefes, puesto que siguen el modelo de cooperativa,“entre todas tomamos las decisiones. Es muy intenso porque primero hemos tenido que conocernos, establecer relaciones de confianza, aprender a trabajar juntas, a valorar las diferencias de cada una, la que no tiene gracia para cocinar, tiene gracia para hacer los cartelitos… Todas tenemos muchas cosas diferentes que aportar”.
Y la cantidad de trabajo necesario para levantar un proyecto como este no es problema, prosigue Ana,“no sé hasta qué punto trabajar en una empresa privada sería trabajar menos. Incluso pendes de un hilo, independientemente de que lo hagas bien o mal, cualquier día estás en la calle. Yo le veo más posibilidades de futuro a una cooperativa porque el objetivo es crear puestos de trabajo remunerados, no que le llegue dinero a la cuenta corriente del dueño.”
Durante la recogida de verduras, entre bache y bache, Ana nos cuenta que todos los agricultores pertenecen al Parque Agrario y el primer contacto fue a través de los técnicos del mismo, pero ahora mismo funcionan de manera autónoma: “El trato diario de qué pedido hacemos, los pagos, todo eso lo gestionamos nosotras. Se está procurando vender género de todos los agricultores, se va rotando en función de la verdura que tengan.” Con este sistema el agricultor no tiene que pagar el transporte y tiene más margen gracias a que hay menos intermediarios. Gracias al apoyo de la Concejalía de Sostenibilidad a través de la campaña de Cómete Fuenlabrada, se costean los gastos de promoción y comunicación, el transporte y logística de los puestos, así como las carpas con los puntos de venta.
Verduras directas al puesto de venta
Sobre las 10 de la mañana, después de bromear con varios hortelanos que agradecen las dos visitas semanales directas a sus huertas y con la furgoneta llena, vamos al punto de venta. Hoy venderán en el puesto lombarda, acelgas, cebolleta, cilantro, borraja, grelos, coliflores, repollos, patatas, calabazas, cebollas y apio. Todas verduras frescas de temporada recién recolectadas. Este puesto va cambiando de sitio para dar a conocer la campaña de Cómete Fuenlabrada en todo el municipio. Las ocho mujeres que forman la cooperativa van turnándose para hacerse cargo del punto de venta. Mientras Paloma, Ana, Puri y Encarna levantan la carpa y colocan las cajas de verduras, hablamos con algunas vecinas que ya están haciendo cola para comprar verduras. Una de ellas nos explica por qué hace cola: “Yo vengo todos los martes, y vengo pronto porque un día vine a la una y no había casi nada, aquí la verdura vuela.”
Otra vecina pregunta a dónde se van ahora: “Me venía muy bien porque vivo aquí enfrente, pero les voy a seguir a Loranca, por lo menos un día a la semana.” Cuando preguntamos si prefieren ir a una verdulería cercana nos responde la misma vecina: “No, porque el saborcito es distinto, se nota la verdura recién cortadita”. Otra clienta nos cuenta que en los supermercados de grandes cadenas no tienen productos de Fuenlabrada: “Hay rumores que dicen que sí son de aquí, pero desde luego el sabor que tienen estas no lo tienen las otras.”
Conservas artesanas
En el puesto también tienen conservas artesanas de Cometeltarro. Ana nos cuenta que hoy traen salsa dulce de acelgas que “es una especie de mermelada que hacemos con las hojas. Con la penca hacemos un encurtido con el mismo aliño que la berenjena de Almagro. Las acelgas las hacemos también con pasas y almendras, como plato preparado listo para comer”. Tienen otros productos en conserva como cebolla caramelizada, ensalada de repollo, tomate frito ecológico “e laborado con el método de las abuelas de reducir, reducir reducir. Lleva azúcar como conservante… Los conservantes que utilizamos son naturales totalmente, o limón o vinagre o azúcar. También hay mermelada extra de manzana a la canela y uno de los productos estrella, el humus que es el puré de garbanzos con sésamo.”
El motivo principal de elaborar conservas, sigue Ana, “es una salida para cuando llega la cosecha, que llega toda de golpe. Así, el tomate de septiembre nos lo comemos todo el año. Esto se ha dejado de hacer por falta de tiempo y, sobre todo, por falta de contacto con los productos frescos, y en cámaras pierden las propiedades.”
Son las 12 del mediodía y dejamos a Paloma, Ana, Puri y Encarna en el puesto de Cómete Fuenlabrada de Cerro-El Molino. Las dos primeras semanas de diciembre sus compañeras ya estarán en Loranca, con las clientas y clientes incondicionales esperando sus verduras frescas del Parque Agrario.
Texto y fotos: Olmo González